sábado, 5 de marzo de 2011

LUCHA POR LOS DERECHOS HUMANOS


PENSAMIENTO CRÍTICO EN RELACION A LOS DERECHOS HUMANOS


Los derechos humanos  son lo central y primordial en la vida humana, ya que son la esencia de nuestra dignidad. No dejemos que el sentimiento de indignación salga a flote solo por reprimir u ocultar, o por no merecer o por desconocimiento; y de esta manera sean violados nuestros derechos de: respeto, fidelidad, justicia, dignidad, vida, de experimentar y expresar sentimientos,  de tener propios valores y expresar opiniones y creencias, a decidir qué hacer con nuestro propio tiempo, cuerpo y propiedad, a cambiar de opinión, a decidir sin presiones, a equivocarse y a ser responsables de ellos, a ser independiente, a pedir información, a ser escuchado y tomado en serio, a tener éxito y a fracasar, a estar solo, a estar contento, a decir: “No lo sé”, a hacer cualquier cosa sin violar los derechos de los demás,  a protestar cuando se es tratado de una manera injusta, a detenerse y pensar antes de actuar, a superarse; aun superando a los demás, a que se le reconozca un trabajo bien hecho,  a hacer menos de lo que humanamente se es capaz de hacer, a rechazar peticiones sin sentirse culpable o egoísta, a no anticiparse a las necesidades y deseos de los demás, a no estar pendiente de la buena voluntad de los demás, a elegir entre responder o no hacerlo, y a sentir y expresar dolor.

Debemos dar el valor verdadero a nuestros derechos, y asumir todos los riesgos, para evitar  vivir para toda la vida el castigo del miedo, antivalor y principios violados. La asertividad permite decir lo que uno piensa y actuar en consecuencia, haciendo lo que se considera más apropiado para uno mismo, defendiendo los propios derechos, intereses o necesidades sin agredir u ofender a nadie, ni permitir ser agredido u ofendido y evitando situaciones que causen malestar y rabia al individuo.

Cuando el derecho es considerado efectivamente como un valor, se convierte en algo esencial, en un todo y se siente en cada rincón del cuerpo, es innato, ya que los valores son motivaciones esenciales, intereses radicales y extremos, que irremediablemente nos impulsan a comportarnos en concordancia con ellos y a defenderlo, sin embargo puede verse bloqueados debido al miedo, como consecuencia los derechos pueden empezar a tambalearse, a confundirse, o incluso a doblegarse, ya que el temor hace perder validez a los derechos.  

La vida se encargará de decirnos cuáles son los derechos para cada persona, ya que suelen ser fundamentalmente idiosincrásicos cada cual define sus propios derechos.



Cada derecho tiene un deber. Al igual que una moneda de dos caras, cada uno de ellos lleva impreso una obligación, lo cual resulta indispensable para el desarrollo integral del individuo que vive en una sociedad, ya que todos estamos obligados a respetar los derechos humanos de los demás, como dijo Voltaire, en su Tratado de la tolerancia y lo expresa así: El derecho humano no puede fundarse en ningún caso más que en el derecho de la naturaleza, y el gran principio, el principio universal de uno y otro, que está en toda la tierra: No hagas lo que no quieres que te hagan. Como yo tengo derecho a ser digno y si soy digno, soy merecedor de lo mejor para mí y eso los filósofos lo llaman la ‘búsqueda de la felicidad’ y no podemos renunciar a la felicidad, no podemos aceptar que venimos al planeta para sufrir, la dignidad es esto. Es un espacio que nos vuelve más humanos y eso es no negociable. La dignidad no es negociable. Los derechos humanos son independientes de factores particulares como el estatus, sexo, etnia o nacionalidad y desde un punto de vista más relacional, los derechos humanos se han definido como las condiciones que permiten crear una relación integrada entre la persona y la sociedad, que permita a los individuos ser personas, identificándose consigo mismos dignos. La más urgente necesidad de los individuos es la de orientar su propia vida, necesita saber qué es lo valioso para dar un sentido final a su existencia, y necesita distinguir el bien del mal para decidir sus propias acciones y determinar los ideales de su vida, y por esto los derechos humanos son invocados cada vez, con más intensidad y frecuencia. Un derecho “es un privilegio u oportunidad asignado a un individuo simplemente   por el hecho de ser miembro del grupo al que se le aplican los derechos”, y por ende nadie puede alterar la integridad de esta persona, ya que los derechos son innatos, inalienables, que pertenecen   a todo ser humano en cuanto tal, independientemente, y con ellos de desarrollan la personalidad, la dignidad y el valor del ser humano. Los DH son absolutos en cuanto don inherentes a la propia naturaleza humana, y así nadie puede ser privado de ellos sino ser armonizadores de la identidad humana.

Se busca cambiar y que cambien la forma de reflexionar, pensar, de tomar conciencia, reconocimiento y establecimiento de los DH en beneficio de ti y de los demás, porque si no serás uno más en la sociedad, teniendo oportunidad de hacerlo y no hiciste nada, mientras hay transgresiones y violaciones a causa de la inasertividad, el silencio y el miedo.

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